CONTEXTO EN MÉXICO 

Cuando las niñas y adolescentes ejercen sus derechos plenamente, se encuentran en condiciones de poder; es decir, cuentan con recursos internos y externos que les permiten tomar sus propias decisiones, actuar protagónicamente en sus comunidades, participar en las decisiones que les conciernen, actuar y pensar con autonomía, así como ser visibles y reconocidas en sus entornos. 

Desafortunadamente, el contexto mexicano representa desafíos históricos para el alcance del poder de las niñas y adolescentes; uno de los más importantes es el de la violencia de género. Vivir en condiciones de violencia, es una manera contundente de despojar a las niñas y adolescentes de su poder. 

Las niñas y adolescentes en México permanecen en entornos en donde existen pocas oportunidades; contextos de violencia comunitaria, escolar y familiar; presencia del crimen organizado; una cultura machista impune; usos y costumbres que perpetúan la violencia y discriminación contra las mujeres.  

En México, las complicaciones relacionadas con el embarazo adolescente son la sexta causa de muerte en mujeres de entre 15 y 17 años.13 Para las niñas menores de 15 años esta es la tercera causa de abandono escolar.14 

La realidad es alarmante para las niñas y adolescentes, quienes frecuentemente son objeto de la coerción y violencia sexual.17 En muchos casos, los agresores son familiares18 o personas cercanas.19 

Hasta 2020 se contabilizaron más de 313 mil niñas, niños y adolescentes de 12 a 17 años en un matrimonio infantil o unión temprana; el 76% eran mujeres.  Aún más alarmante es que en la mayoría de las uniones, las niñas y adolescentes están unidas con un hombre por lo menos 6 años mayores que ellas.23 

El ciberacoso y el grooming son amenazas crecientes para las niñas, niños y adolescentes. Las mujeres de 12 a 19 años enfrentan con mayor frecuencia acoso a través de medios digitales, pues en el 2023, el 30.1% de ellas fueron acosadas, en contraste con el 23% de hombres en ese mismo rango de edad.29 

En cuanto a desapariciones, a partir de los 12 años el aumento en el número de las mujeres adolescentes desaparecidas es evidente, alcanzando el mayor grado de vulnerabilidad entre los 14 y 16 años, esto podría estar vinculado directamente con actos de violencia de género, con delitos como el secuestro o rapto, o con redes de tráfico y trata de personas con fines de explotación sexual. 

En el delito de trata de personas, la tendencia general para las niñas muestra un aumento desde 2018. En los estados de Baja California, Chiapas, Chihuahua, Cdmx, Nuevo León, Puebla y Quintana Roo la disparidad de género es particularmente alarmante, con más del 80% de las víctimas menores de edad siendo mujeres. 

El feminicidio es la manifestación letal de las profundas desigualdades y violencia que enfrentan las niñas y las mujeres en el país. Es muestra del vacío institucional, y las deficiencias sociales y culturales, para protegerlas, respetarlas y garantizar su derecho a la vida. 

PETICIÓN 

Prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia de género es una obligación de los Estados y de todos los sectores de la sociedad para ofrecer una vida plena a mujeres y hombres. 

La violencia de género no es un problema aislado, es un desafío que nos concierne a todos. Como sociedad, debemos actuar para garantizar la protección y los derechos de niñas y mujeres. Firma ahora y exijamos un compromiso firme para erradicar la violencia contra ellas.  

RECOMENDACIONES DE POLÍTICA PÚBLICA PARA EL PRIMER GOBIERNO EN MÉXICO LIDERADO POR UNA MUJER 

1. Asegurar que la igualdad de género desde la niñez sea un eje central del Plan Nacional de Desarrollo 2024-2030 

2. Que la próxima Secretaría de las Mujeres incorpore, en su estructura de más alto nivel, especialización en niñez, para garantizar políticas y programas que promuevan la igualdad de género desde las primeras etapas de la vida 

3. Garantizar que todos los programas y estrategias dirigidos a la igualdad de género y a las violencias de género establezcan de manera explícita y específica estrategias enfocadas en el grupo de menores de 18 años de edad 

4. Dar continuidad y fortalecer la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo Adolescente 

5. Establecer un plan de acción para la prevención y erradicación del MUIFT, en el que participen de manera corresponsable los tres niveles de gobierno, y en el que las comunidades, incluyendo a las niñas, niños y adolescentes, sean escuchadas y tomadas en cuenta. 

6. Crear la Línea Niñ@ como un mecanismo de atención y denuncia al alcance de las niñas, niños y adolescentes en casos en los que se encuentran vivenciando situaciones de violencia 

7. Crear un Sistema Nacional de Cuidados con asignación presupuestaria progresiva que garantice su adecuada implementación, expansión e impacto social 

Recuperar el poder de las niñas y adolescentes, es más que un anhelo, es un trabajo de todas y todos.