Por Martina Bogado Duffner
Asesora Principal de Incidencia, Save the Children Noruega
La crisis climática representa una amenaza urgente para las niñas y niños de todo el mundo, poniendo en peligro sus derechos, su salud y su futuro. Este blog resalta por qué es vital limitar el calentamiento global a 1.5°C, comparte historias poderosas como la de Vepaiamele, y hace un llamado a la acción inmediata para proteger a los 2,400 millones de niños del mundo frente al aumento de los extremos climáticos.
Imagina a las niñas y niños de 5 años: sus risas, su curiosidad sin límites y sus sueños para el futuro. Ellas y ellos, nacidos en 2020, están en el centro de un nuevo informe que pinta un panorama alarmante sobre el mundo que podrían heredar si no actuamos frente al cambio climático.
Las niñas y niños son especialmente vulnerables al cambio climático debido a que sus sistemas físicos y psicológicos aún están en desarrollo, lo que los hace particularmente susceptibles a factores ambientales como enfermedades, escasez de agua y alimentos, y el acceso interrumpido a servicios sociales, de salud, educación y protección infantil.
Aunque ya están cargando con el peso de una crisis que no provocaron, sus vidas seguirán siendo moldeadas por las decisiones que tomemos hoy. ¿Heredarán un planeta que nutra su potencial, o uno que desafíe su supervivencia misma con extremos climáticos implacables?
La niñez está en la primera línea de la crisis climática
Un nuevo informe de Save the Children, en colaboración con científicos de la Vrije Universiteit de Bruselas, expone con claridad lo que nos espera si no actuamos.
Limitar el calentamiento global al objetivo del Acuerdo de París de 1.5°C para el año 2100 no es solo una meta: es un salvavidas para millones de niñas y niños en todo el planeta. Si seguimos en el camino actual, con las promesas que los países han hecho, se proyecta un aumento de 2.7°C, con consecuencias devastadoras.
La diferencia entre estos escenarios no es solo numérica: es la diferencia entre la esperanza y la adversidad para todas las generaciones venideras. Los derechos de la niñez a la salud, la educación y la supervivencia, entre otros, están en peligro.

La historia de Vepaiamele: “Nuestros hogares quedan reducidos al suelo”
En el corazón del Pacífico, en la isla de Vanuatu, una niña de 15 años llamada Vepaiamele representa la resiliencia y el coraje de los niños y niñas que ya enfrentan los impactos implacables del cambio climático.
Los efectos del cambio climático en la niñez de Vanuatu son desgarradores. Con cada ciclón, nuestras aulas son destruidas, nuestros hogares quedan reducidos al suelo, y nuestras infraestructuras y servicios esenciales, como hospitales y torres de comunicación, son arrasados.
La experiencia de Vepaiamele es un recordatorio conmovedor de que la crisis climática ya está aquí y amenaza a los niños en todo el mundo. La triple crisis planetaria —el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación— plantea desafíos sin precedentes para la humanidad. Sin embargo, son los niños, especialmente en países de ingresos bajos y medios, quienes están soportando la mayor carga.

Conoce también los testimonios de Belem y Kristel de México en este blog:
Mantener “vivo el 1.5°C” es un salvavidas
Los científicos del clima han calculado lo que se ganaría si se alcanza el objetivo del Acuerdo de París: cerca de la mitad de los niños de cinco años actuales —unos 58 millones nacidos en 2020— evitarían una exposición sin precedentes a seis diferentes extremos climáticos a lo largo de su vida.
Esto significa que:
- 38 millones de niñas y niños podrían crecer sin una exposición sin precedentes a olas de calor
- 8 millones evitarían las pérdidas de cultivos y el hambre resultante
- 5 millones no tendrían que temer las inundaciones fluviales
- 5 millones estarían a salvo de ciclones tropicales extremos
- 2 millones evitarían sequías severas
- 1.5 millones escaparían a los incendios forestales destructivos
Si el calentamiento global alcanza los 3.5°C para finales de siglo, la situación empeoraría dramáticamente: 111 millones de niñas y niños —el 92% de los nacidos en 2020— enfrentarían una vida entera de exposición sin precedentes a olas de calor, lo que representa 49 millones más que en el escenario de 1.5°C.
El peso de las olas de calor no se distribuye de forma equitativa. Los países de bajos ingresos, que menos han contribuido al cambio climático, serán los más afectados. Las niñas y niños en estas regiones, que ya enfrentan recursos limitados, sufrirán las peores consecuencias de las temperaturas extremas inducidas por el clima.
El mensaje es claro: nuestras acciones hoy definirán el mundo que heredarán las niñas y los niños
El cambio climático no es una amenaza distante: es una realidad urgente que afecta desproporcionadamente a quienes menos han contribuido a ella y que son más vulnerables a sus impactos: los niños y niñas. Los 2.4 mil millones de niños del mundo ya están soportando la peor parte de la crisis climática, especialmente aquellos que enfrentan desigualdad y discriminación.
Se necesita acción urgente en todos los frentes: prevenir más calentamiento, ayudar a los niños a adaptarse al cambio climático y responder ante las pérdidas y los daños. Tenemos el poder de cambiar esta historia, de pasar de un futuro de desesperanza a uno de resiliencia y esperanza. El momento de actuar es ahora.

Los riesgos son enormes, pero las recompensas de actuar son incalculables
Apoyemos a niñas y niños como Vepaiamele y escuchemos sus llamados para:
- Limitar el calentamiento global a 1.5 °C
- Colocar a la niñez en el centro de la adaptación al clima
- Y responder de manera justa ante las pérdidas y daños
A pesar de que estamos siendo testigos de recortes drásticos en la ayuda internacional, aumentar el financiamiento climático es una condición necesaria para proteger a los niños que ya están llevando sobre sus hombros el peso de la crisis climática, especialmente en países de ingresos bajos y medios.
¿Cómo ayuda Save the Children?
A pesar de los desafíos, existen ejemplos alentadores de adaptación centrada en la niñez en sectores como salud, educación y seguridad alimentaria. Save the Children trabaja con niñas y niños, comunidades y aliados para ayudar a las familias a enfrentar y adaptarse al impacto del cambio climático.
Esto implica utilizar evidencia y pronósticos para ayudar a las comunidades más afectadas a prepararse para eventos climáticos extremos, asegurar el acceso a la educación mediante escuelas seguras y resilientes, proporcionar atención médica y mantener protegidos a los niños durante las crisis climáticas.

El tiempo para actuar es ahora. Debemos exigir cambios concretos en educación, servicios públicos y preparación ante desastres. La gravedad de la crisis climática depende de nuestras acciones colectivas hoy. Apoyemos a niñas y niños como Vepaiamele y escuchemos sus llamados para hacer mejor las cosas. Ahora.