El poder que hay en mí es uno de los programas que implementamos en Save the Children México con el que buscamos apoyar el empoderamiento económico de mujeres jóvenes indígenas en Oaxaca. Tiene como objetivo lograr que puedan alcanzar su autosuficiencia económica mediante la creación, expansión y diversificación de sus negocios a través de la formación, el networking y el fortalecimiento comunitario.

En Oaxaca, 6 de cada 10 personas viven en pobreza y 2 de cada 10 en pobreza extrema (tercer lugar a nivel nacional).

Oaxaca es uno de los estados más vulnerables de México, con un 61.7% de pobreza y un 20.6% de pobreza extrema (CONEVAL, 2020). Las mujeres y niñas en esta región enfrentan desafíos adicionales: aunque representan el 41% de la población laboralmente activa, sus ingresos son un 20% menores que los de los hombres. El 81% de las mujeres trabajan en el sector informal, y un porcentaje significativo no recibe un salario digno. Esta situación refleja una profunda desigualdad y limitación de oportunidades.

Nuestra estrategia se basa en conocer el contexto actual y las necesidades locales para brindar apoyo efectivo. A través de diversas oportunidades, ayudamos a las mujeres a generar medios de vida que les permitan romper el ciclo intergeneracional de pobreza.

Las capacitaciones que ofrecemos cubren una amplia gama de áreas, incluyendo habilidades socioemocionales, emprendimiento, educación financiera y temas técnicos relacionados con su oficio. Además, promovemos el uso de tecnología como herramienta para el crecimiento empresarial y profesional.

El proyecto se basa en las conexiones profundas desarrolladas dentro de las comunidades para
fortalecer las empresas de las jóvenes. Además, facilitamos el acceso a redes empresariales y alternativas de comercialización, abriendo puertas a mercados más grandes.

El poder que hay en mí beneficia a 200 mujeres indígenas en las zonas de Juchitán, Santa Rosa de Lima, San Pedro Huilotepec e Ixtepec, en Oaxaca y tiene el potencial de transformar sus vidas ya que:

  • Desarrolla habilidades para iniciar, expandir y diversificar negocios exitosos.
  • Aumenta la resiliencia económica ante crisis mediante la capacidad de ahorro.
  • Promueve roles de género equitativos y normas sociales positivas para crear un entorno que apoye el empoderamiento económico de las mujeres.

Rosario aprendió a hacer totopos a los 12 años. Su madre se dedicaba a elaborarlos y venderlos como principal sostén económico de la familia. Desde entonces, le gusta comerciar totopos por la inmediatez de recibir dinero para reinvertir en materia prima, en la educación de sus hijos y los gastos del día a día.

No sabía que tenía un micro negocio… pero cuando tomé el taller de Save the Children supe que tenía las herramientas necesarias”.

Cuenta Rosario, al recordar cómo fue su experiencia luego de asistir a los talleres que impartimos en su Oaxaca como parte del proyecto “El poder que hay en mí”.

Históricamente la voz de las mujeres en las localidades que visitamos ha sido invisibilizada. Sin embargo, Rosario decidió escuchar su propia voz y hacer eco con las voces de más mujeres. Pues al darse cuenta del abuso en los precios de la materia prima, “Chayito”, como le gusta que le digan, acudió a la única estación de radio comunitaria hablante de zapoteco para convocar a más mujeres de su comunidad, y así pedir una mesa de diálogo con autoridades locales y con proveedores.

Fue así como las mujeres totoperas de San Blas Atempa, Oaxaca se presentaron varias veces en la explanada municipal; y más de 50 mujeres levantando la voz, lograron que las autoridades las escucharan y coordinaran una mesa de diálogo con los proveedores para llegar a acuerdos. Se logró la disminución de costos en la materia prima, particularmente del maíz.

Este fue el inicio de grandes triunfos para las trabajadoras de San Blas Atempa. Empoderadas y ya sin miedo, Rosario y decenas de mujeres fueron notadas por su comunidad, y mejor aún, acudieron al llamado para unirse, organizarse y fortalecerse como sociedad.

“Pensaba que mi pueblo era chico, pero me asombre cuando todas acudieron al llamado… mi pueblo es grande”.

Junto con estas mujeres, crearon un un comité para que las necesidades de cada persona sean escuchadas y atendidas. Además de sus notorias características de liderazgo, Rosario trabaja en su propio micronegocio, preside el comité, ayuda a más personas y, por si fuera poco, ha llevado la información de los talleres y mentorías a más mujeres de su comunidad. Gracias a su fuerza, la voz de las mujeres resuena más que nunca en San Blas Atempa.

“Este proyecto lo estamos organizando juntas, así nos vamos a levantar y salir adelante, vamos a seguir, no nos vamos a callar”.

Hasta ahora, hay tres grupos de 26 mujeres. Cada uno recibe la información de los talleres de Plan de Negocios que recibió Chayito del personal de Save the Children. En ellos, aprenden a ahorrar, empaquetar, realizar planes de vida y optimizar el manejo de su negocio. Además, han logrado gestionar alianzas con más proveedores, precios justos y accesibles para que puedan comprar material en grandes cantidades, y así lograr que más mujeres tengan acceso.

BUSCAMOS ESTAR DONDE NADIE ESTÁ.